Fotografiar es poner la cabeza, el ojo y el corazón sobre un mismo eje, que decía Henri Cartier-Bresson. Pues en esta ocasión todas esas cosas que los fotógrafos buscamos en una boda -luz, pasión, detalles, personalidad, corazón, verdad, amistad y por supuesto amor- confluyeron para traeros el relato de una magnífica noche de verano en la que Rosa y Pablo unieron sus destinos frente a cientos de amigos. La celebración tuvo lugar en el restaurante Torre la Mina, en Castellón.
El vestido de Rosa es de José María Peiró modelo vintage. Las joyas son herencia familiar, y el precioso ramo lo prepararon en la floristería Vitalflora de Benimaclet, en Valencia. JoaquinCorbalan.com